miércoles, 8 de diciembre de 2010

La Señora

Glicinas diurnas

Mesa de diciembre

Teatro centrípeto
Este debe ser el tercer asalto que sufre la señora Mirtha Legrand y la foto que tomé pertenece al correspondiente "almuerzo de explicación" de ese día. Pero lo que me llamó poderosamente la atención es el adorno enorme, grandioso, gigantesco, inconmensurable, que se puso sobre su hombro izquierdo y que bajaba por el centro del trajecito. ¿Alguien le dijo que debía envolverse para regalo? Por favor, asesores de imagen, sepan que igual le vemos los años aunque se tape con lo que sea o la fotoyopeen los mejores-mejores. Que los años no son algo tan grave: peor es terminar siendo florero...
La imagen apareció en la página 47 del diario Clarín del 7 de diciembre.

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